20-10-2014
Si acabas de recibir la noticia de que estás esperando un bebé, probablemente tengas que plantearte cómo será tu día a día a partir de ahora. Y en este sentido, deberás hacer frente a tu situación laboral. ¿Podré seguir trabajando y rindiendo como hasta ahora? ¿Perjudicará al bebé? ¿Hasta cuándo podré seguir desempeñando mi faceta profesional?
Aunque el embarazo implica grandes cambios físicos y emocionales en tu cuerpo, no se trata de una enfermedad y, salvo recomendación médica, no tiene por qué ser obstáculo para continuar desempeñando tu trabajo.
Así que si tu estado de salud es bueno y puedes compaginar ambas cosas, ¡estos son los consejos que debes seguir!
• Si tu trabajo exige pasar muchas horas sentada, debes hacer descansos cada hora más o menos para estirar tu cuerpo. Levántate, camina un poquito y mueve tu cuello y hombros. Además, debes intentar mantener una correcta postura cuando estés sentada para evitar los posibles dolores de espalda.
• Si por el contrario tu trabajo te obliga a permanecer muchas horas de pie, debes sentarte a descansar habitualmente. Si no puedes realizar tu labor sentada, ve alternando el peso de una pierna a otra, o utiliza un soportepara apoyarte.
• Evita los trabajos que requieren cargar peso u otros esfuerzos físicos. Cuando existe manipulación de carga puede existir riesgo de sobrecarga muscular e incluso de contracciones uterinas.
• Si trabajas con niños, debes saber que estás más expuesta a contraer algunas enfermedades que podrían ser de riesgo para tu embarazo. Por ello, es importante que consultes a tu médico para que analice tu estado de salud y cómo actuar en cada caso.
• Por último, si tu trabajo implica contacto con alguna sustancia química como gasolina, lejía o plomo, también deberás consultar a tu médico sobre los riesgos que pueden suponer para tu embarazo.
Pero sea cual sea tu empleo, estas son algunas recomendaciones que te ayudarán a vivir un embarazo sano y seguro sin tener que renunciar a tu trabajo: